12 pistas de la enfermedad de Urbach-Wiethe: no sentir miedo
Urbach Wiethe: no sentir miedo
Quizá alguien pudiese preguntarse ¿para qué vivir con miedo si este puede llegar a ser paralizante? Pues, el miedo es una emoción básica en el hombre que también está presente en otros mamíferos y hace posible la supervivencia.
Una persona que no posee miedo en absoluto podría vivir de forma temeraria y esto lo mantendría al borde del peligro, pudiendo llevarle a la extinción. Es por ello que todos necesitamos una dosis equilibrada de miedo en nuestras vidas.
De hecho, la autora Bastidas Ana, en su ensayo titulado: miedos, ansiedad y fobias: diferencias, normalidad o patología, destaca que, incluso en el caso de los niños, el miedo no solo es normal y adaptativo, sino también necesario para enfrentarse de forma adecuada a situaciones complicadas, peligrosas o difíciles que puedan surgir a lo largo de la vida.
De modo que, sería imposible vivir por mucho tiempo sin la capacidad de sentir miedo, pero, ¿qué pasa con aquellas personas que padecen la enfermedad de Urbach Wiethe?
La enfermedad de Urbach-Wiethe: manifestaciones clínicas
La enfermedad de Urbach Wiethe, también llamada lipoidoproteinosis, se caracteriza por un endurecimiento y destrucción que ocurre en la amígdala, es por ello que, quienes la padecen, llevan a vivir sin sentir miedo.
Todas las señales que se relación con el miedo se ven afectadas con esta enfermedad. Los pacientes pueden experimentar el amor, la alegría o el odio, pero no el miedo.
Por suerte, esta enfermedad solo la padece un número muy reducido de personas. No posee una cura, pero sí diversos tratamientos para aminorar los síntomas.
Llevado al ámbito literario, podemos encontrar que la enfermedad de Urbach Wiethe la padece uno de los protagonistas de un cuento de los hermanos Grimm, a saber, “Juan sin miedo”. Es por ello que Juan no teme enfrentarse a brujas, ogros, fantasmas, o entrar en castillos encantados.
Aunque en el cuento el protagonista se cura, en la vida real no ocurre de tal manera, por lo que resulta un poco difícil para quienes deben sobrellevar este padecimiento.
El primer signo que pudiese delatar la presencia de la enfermedad de Urbach Wiethe en algunas personas, es la presencia de afecciones dermatológicas, tales como: labios amarillos, piel seca, arrugas, dificultad en la cicatrización de las heridas y otras.
El nombre de la enfermedad se debe a quienes la descubrieron, es decir, a Erich Urbach y a Camilo Wiethe.
Quienes padecen esta enfermedad tienen un coeficiente intelectual que es normal, además de contar con una buena percepción y hacer uso de un buen lenguaje.
Además de no sentir miedo, estas personas también tienen dificultad para reconocer los gestos faciales de otras personas y el significado de los mismos, pese a que su sentido visual permanece intacto.
