
7 datos curiosos sobre la psicología de los tatuajes
Tinta con siglos de historia
Los tatuajes son una tradición que se remonta miles de años atrás. Los tatuajes más antiguos fueron descubiertos en el año 3250 A. C. y pertenecían a un hombre apodado «Otzi», y su cuerpo estaba congelado debajo de un glaciar en los Alpes donde se pudo conservar su piel en buenas condiciones durante muchos años. Tenía un total de al menos 61 tatuajes en todo el cuerpo.
También se han encontrado antiguas herramientas para realizar tatuajes por todo el mundo por lo que se puede demostrar que los tatuajes han existido durante miles de años. Esto una prueba sólida de que los tatuajes son parte de la historia humana. La edad de los tatuajes solo demuestra que no son una simple moda moderna, y que las razones por las cuales las personas quieren entintar su piel con diseños personalizados se basan profundamente en la psicología humana.
Mejorar uno mismo
Según varios estudios sociológicos, los tatuajes son una forma de mejora. Las personas que se tatúan ven su cuerpo como un lienzo en blanco donde diseñar sugerentes piezas de arte para verse más atractivas. Algo similar a cualquier persona que haga una dieta para verse y sentirse mejor consigo mismo. Un tatuaje es una obra de arte que se convierte en una parte del cuerpo para toda una vida.
Riesgos y emociones
A principios de la década de 1900, uno de los principales lugares donde las personas se hacían sus tatuajes era en el circo. Los trabajadores de los circos eran conocidos por tener muchos tatuajes, y cada compañía solía disponer de un artista que tatuaba a miembros del público por una tarifa. Las personas que se hicieron un tatuaje lo hicieron porque pensaron que era mucho más emocionante que cualquier otro juego o las atracciones de los espectáculos secundarios.
Según varios estudios, las personas con tatuajes son más propensas a correr riesgos en su vida. Por ejemplo, las personas con tatuajes tienen una mayor probabilidad de fumar cigarrillos, lo que implica el riesgo de desarrollar posiblemente cáncer de pulmón algún día. Cualquiera que se haga un tatuaje también sabe que, a veces, el artista no hace exactamente un muy buen trabajo y, al pasar por debajo de la aguja, se arriesga a que la obra de arte no termine exactamente como lo imaginó. Hay algunos tatuajes muy malos realizados por personas inexpertas, y todos comenzaron con alguien que estaba dispuesto a correr un riesgo.
Singular y único
Las personas con tatuajes tienen algunas similitudes comunes. Generalmente quieren sentirse únicas, y quieren explorar su vida y vivir experiencias que están fuera de las normas comunes en algunos casos. Un estudio demostró que personas que experimentaban ansiedad y baja autoestima experimentaron unos valores más positivos de confianza y felicidad después de hacerse el tatuaje.
Lucha contra las adicciones
Contrariamente a lo que la cultura popular puede hacernos creer, las personas con varios tatuajes no son «adictas» a la tinta. De hecho, la gran mayoría de las personas comienzan con un solo tatuaje pero esperaran durante un periodo de varios años antes de hacerse el siguiente. Por lo que se puede decir que los tatuajes por norma general no son adictivos, sino que se convierten en un comportamiento social que se considera normal en ciertos círculos.
Sin embargo, para las personas que están luchando contra una adicción, hacerse un tatuaje puede ayudarles a evitar ceder a sus tentaciones. De hecho, hay profesionales de varios sectores que recomiendan a pacientes que están en proceso de recuperación que se hagan un tatuaje que represente su cambio como un signo de compromiso con la recuperación y un recordatorio permanente para saber que tienen la intención de cambiar su vida para mejor. Un símbolo de su éxito para los próximos años.