Amor cortés y la leyenda del Santo Grial
Amor cortés y la leyenda del Santo Grial
Desde el punto de vista psicológico, estaba claro que se trataba de una proyección arquetípica. Por una parte, la visión del hombre sobre la mujer como ser puro e inmaculado resultaba poco creíble, debido a que muchas de estas mujeres estaban ya casadas y eran sexualmente activas. Por el otro, la mujer proyectaba sobre su enamorado la imagen de un caballero virtuoso que vencería cualquier obstáculo para proteger su honor, prácticamente veían a su hombre como un semidiós.
Perceval y el Santo Grial
Perceval, caballero germánico, sería uno de los paradigmas de caballero de esta época. Se le conoce por ser aquel que más cerca estuvo del Santo Grial, leyenda que cuenta con su precedente arquetípico en las culturas celtas (Graal). Sin embargo, en las leyendas de Ciclo Artúrico, Perceval acaba encontrando el Grial y ofreciéndoselo a Arturo, aunque este no viviría mucho más para contarlo.
Resumidamente, la leyenda cuenta como un Rey viejo y lisiado, enfermo de gravedad, y con su reino al borde del colapso, debe buscar una solución para todos sus males. (Nótese que el rey viejo representa una masculinidad caduca, y su herida simboliza un vacío en su naturaleza instintivo-sexual).
Lo único que puede salvar al rey y a su reino es el Santo Grial, el cáliz que Jesucristo utilizó en la Última Cena como recipiente para su sangre, que se convertiría en vino. Este cáliz representa el elemento femenino que necesita el rey para completar su ser y curarse.
¿Por qué Perceval?
La leyenda decía que solo un caballero puro de obra y pensamiento podría encontrar el Grial. Sin embargo, el caballero que acepte la misión deberá enfrentarse a una serie de pruebas que recuerdan al viaje del héroe campbelliano. Unas pruebas que irán despertando a la parte femenina de su auténtica naturaleza.
Solo un hombre que sepa relacionarse con lo femenino, simbolizado por el Santo Grial, independientemente de su deseo sexual, podrá encontrarlo. Ciertamente, existen muy pocos hombres así, porque si no, ya habrían encontrado en su interior el elemento femenino que falta. Todo ello sin renunciar a su virilidad, por supuesto.
El hallazgo del Grial
Por desgracia, en ninguna de las versiones de la leyenda del Grial, el caballero logra un triunfo completo. Una posible explicación es que, en aquella época, no existía ninguna forma de relacionarse con lo femenino, excepto a través de la sexualidad, algo que excedía lo que se conocía por amor cortés. Posiblemente, estuviera intentando emerger alguna nueva relación arquetípica, pero creemos que no llegó a surgir.
La leyenda trata de la búsqueda masculina del elemento femenino que le falta, no de lo femenino buscando a lo masculino, aunque ambas búsquedas son necesarias. Seguramente esto sea debido a una experiencia, una moral y una religión que ha restringido lo femenino, y se ha distanciado ostensiblemente de la naturaleza. El gran problema de la cultura de la época era el papel disociativo entre Dios y la naturaleza (lo femenino) y, por ende, del hombre y la naturaleza (la mujer). Es, sin duda, una limitación del cristianismo que no se daba en las culturas paganas.
