Caso H.M: un hito en las neurociencias
El caso H.M y la memoria de trabajo
Henry Molaison (1926-2008) sufría de fuertes ataques epilépticos desde que con nueve años tuvo un accidente. Para paliar este problema le propusieron extirparle parte de los lóbulos temporales mediales: parte del hipocampo y de la amígdala. La operación pareció ser un éxito ya que sus ataques se redujeron de forma notable, pero algo no fue bien. Se percataron que Henry era incapaz de recordar toda aquella información que recibiera después de la operación, es decir, había desarrollado amnesia anterógrada. Problema que le acompañaría desde su operación en 1953 hasta su muerte.
Amnesia anterógrada
La consecuencia más destacada de la operación fue la amnesia anterógrada. H.M era incapaz de recordar cualquier acontecimiento que tuviera lugar después de su operación. Su memoria se reducía a tan solo 20 segundos. Por ejemplo, era incapaz de recordar a sus doctores. Cada vez que entraban en la habitación, Harry afirmaba verlos por primera vez. Una vez que transcurrían los 20 segundos, toda la información parecía esfumarse de su memoria. ¿Toda? No. Y aquí encontramos el dato más interesante sobre este caso y el que lo llevó a ser uno de los hitos en la historia de las neurociencias.
La neuropsicóloga Brenda Milner quiso ocuparse de H.M. Brenda le administraba una prueba para la que se requería destreza motora. Se trataba de dibujar una estrella dentro de dos contornos estrellados que se reflejaban en un espejo. Henry nunca recordaba haber realizado esta prueba, sin embargo, Brenda Milner observó que su ejecución era cada vez más precisa y exacta. ¿Cómo podía ser posible que Henry estuviera aprendiendo a realizar la prueba si era incapaz de recordar que la había hecho?
H.M era capaz de recordar nuevas habilidades pero no recordaba haberlas adquirido. A raíz de este hallazgo se desarrolló el conocimiento sobre dos sistemas para crear recuerdos: memoria motora y memoria declarativa. La memoria declarativa es un sistema consciente, por ejemplo, el aprendizaje de nombres o rostros. La memoria motora es inconsciente y explicaría porqué somos capaces de montar en bici después de tantos años sin subirnos en una de ella.
Otras consecuencias
También hallaron que H.M había desarrollado amnesia retrógrada. Este tipo de amnesia, por un lado, le impedía recordar cualquier cosa de los dos años anteriores a la intervención. Por otro lado, la amnesia retrógrada también le afectada en el recuerdo de algunos acontecimientos de los último once años. Es decir, los dos últimos años no existían para Henry, y de los últimos once tenía ciertas lagunas. A pesar de ello, su memoria motora seguía intacta, pues las tareas que sabía hacer antes de la operación, podía seguir haciéndolas, como cortar el césped.
2014: nuevos hallazgos sobre el caso H.M
El caso H.M. sigue vigente. El equipo de investigación de Jacopo Annese (2014), indagó en el cerebro conservado de Herny. El hallazgo generó controversia, pues la información que se tenía sobre la operación no era del todo exacta. Hasta entonces se creía que se había extirpado el hipocampo y parte de la amígdala, sin embargo, hallaron que a parte de extraer una porción de la amígdala, sólo se había extraído una parte del hipocampo (no en su totalidad) y que la corteza entorrinal estaba casi destruida por completo. Este hallazgo supuso reorientar el foco de atención del hipocampo a la corteza entorrinal, ya que parecía tener más protagonismo en los problemas de memoria de H.M de lo que se pensaba.
A pesar de esta averiguación, el papel del hipocampo no se ha puesto en duda ya que ha sido refutado su implicación en la memoria en diversos experimentos. Aún así, el papel de la corteza entorrinal en la memoria todavía debe ser investigado en más profundidad. Sin duda, un aspecto que deja en evidencia esta última investigación es la todavía falta de técnicas para estudiar el cerebro en su totalidad sin necesidad de utilizar técnicas post mortem. La tecnología avanza a pasos agigantados, pero para ciertas investigaciones todavía es necesario disponer de un cerebro post mortmen para poder investigar en profundidad. La cuestión es: ¿es posible estudiar el cerebro al completo sin necesidad de técnicas post mortem?
