Cuando el aburrimiento nos invade, consejos para superarlo

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El peligro del aburrimiento

El aburrimiento se produce cuando la persona no encuentra motivación en ninguna actividad. Aunque lo más habitual es que sea algo transitorio, esto puede llegar a ser más grave y convertirse en un verdadero problema si no se le pone remedio a tiempo.

Una de las peores consecuencias del aburrimiento es su incidencia en el estado de ánimo de la persona y en la aparición de problemas psicológicos e incluso de adicciones. El aburrimiento, por lo tanto, está directamente asociado con la depresión.

La persona que padece este aburrimiento, como decíamos, está desmotivada a falta de un estímulo que despierte su interés. También suele presentar dificultad para concentrarse en tareas cotidianas, tales como la lectura o una conversación.

Esto produce una sensación de hastío que puede ser muy perjudicial para quien la siente, ya que la persona puede llegar a sentirse atrapada en su propia vida. Esto genera un vacío existencial que llega a generar incluso cuadros de ansiedad.

Cómo evitar el aburrimiento

Mantener una mente ocupada es una de las claves para evitar caer en el tedio y el aburrimiento y, asimismo, minimizar el riesgo de caer en una depresión. Por ello, una de las fórmulas más empleadas durante el tratamiento psicológico es la terapia ocupacional.

Esta consiste en hacer que el paciente complete su tiempo al 100% con tareas que le mantengan ocupado y motivado. Estas deben ser, preferiblemente, del agrado de la persona que las realiza, ya que la falta de atención puede dar lugar a la desmotivación y abandono de la tarea.

Pero, ¿y qué sucede con el estrés? Es curioso, pero ambos estados pueden conducir a la misma consecuencia: la depresión. Por este motivo, lo importante es encontrar un equilibrio entre ambos.

Esto quiere decir que no debemos obsesionarnos con la terapia ocupacional y llevarla hasta el extremo. Esta no implica tener que estar durante todo el día ocupados con mil actividades hasta llegar a padecer una situación estresante.

Actividades para combatir el aburrimiento

Existen múltiples alternativas para combatir el aburrimiento. Lo importante es elegir actividades que nos motiven y no cerrar la puerta a ninguna alternativa por miedo a no saber o no poder hacerlo.

Las actividades creativas son una buena opción, ya que estas hacen que la persona se sienta capaz de superarse y descubra aspectos sobre sí misma que le harán mantenerse motivados. Aprender a pintar, tocar un instrumento puede ser un ejemplo, escribir un libro o hacer manualidades pueden ser una manera de combatir el aburrimiento.

También funciona marcarse un objetivo concreto y anotar en un calendario los diferentes hitos que debemos conseguir con fechas de finalización del proyecto en cuestión. Esto hará que nos comprometamos con él y nos sintamos obligados a trabajar para completarlo.

Dicho proyecto puede ser relacionado con cualquier aspecto de nuestra vida. Podemos apostar por la formación, haciendo algún curso o máster que nos haga evolucionar en un campo concreto, o aprender un idioma nuevo.

Si queremos mejorar el espacio físico en el que vivimos, podemos apostar por la reforma de algún espacio de nuestra vivienda. En este caso, las actividades DIY (do it yourself o “hazlo tú mismo”) suponen un reto que nos mantendrá motivados.

El deporte es otra excelente forma de combatir el aburrimiento y la depresión. Además de ocuparnos, la actividad física mejorará nuestro humor y nuestro estado físico, por lo que la sensación de bienestar aumentará desde el primer día.

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