
Cuando el compromiso es la crisis: el desgaste de las relaciones de pareja
El miedo al compromiso es la excusa perfecta para no enfrentar las inseguridades que te frenan en la vida y en el amor.
Existen muchas razones para formar una pareja. Al menos en el amor romántico como sucede en las historias de los cuentos o las películas, empiezan con: “Érase una vez” y terminan con … “Y, vivieron muy felices para siempre”. En lo más profundo de nuestro inconsciente, es muy probable que quien decide vivir en pareja, quisiera tener una historia de amor, de crecimiento, de éxito para siempre, y que las adversidades fueran menores.
Sin embargo, la realidad es otra. Los motivos psicológicos que nos llevan a tener o buscar una pareja, van desde los muy positivos, hasta los no tan positivos, entre los cuales se destacan: no quedarse solo, tener alguien con quién compartir una vida, envejecer juntos, tener alguien con quién platicar, buscar alguien que le mantenga, sentir amor a primera vista, hacer equipo con alguien, que alguien se haga cargo de su estado de salud, en fin, son muchísimos.
Por otro lado, según la antropóloga y experta en la neurobiología del amor, Helen Fisher, señala que el amor romántico es un impulso, más que una emoción: existen tres sistemas cerebrales relacionados que interactúan entre sí: el impulso sexual o lujuria, el amor romántico (compartir en pareja) y el cariño o apego tras una larga relación. (Cuídate Plus, 2015). Además, menciona qué: “El amor romántico, es una experiencia humana universal”. (Fisher, 2004, p. 19).
Las razones por las que las parejas pueden estar juntas (comprometerse) o irse y abandonar la relación son diferentes. Se han realizado diversos acercamientos teóricos para saber, por qué las parejas se mantienen juntas y van desde: “desde la idea de «equidad» (quieres obtener lo mismo que das) e «intercambio» (los beneficios superan a las recompensas) hasta la calidad de tu comunicación con tu pareja”. (Krauss, 2021).