Efecto Contextual: el entorno nos ayuda a recordar
Qué es la Memoria Contextual
La memoria contextual es un proceso de la memoria a largo plazo, y se refiere a la capacidad del cerebro para recordar información específica al relacionarla con el contexto en el que se aprendió originalmente. Esta forma de memoria se basa en la idea de que el contexto (que puede incluir el entorno sensorial, el estado emocional, la configuración física, entre otros aspectos) actúa como una pista que puede facilitar la recuperación de los recuerdos cuando se vuelve a experimentar un contexto similar.
Cuando almacenamos información nueva, no solo guardamos los datos específicos (como hechos o imágenes), sino también detalles del contexto en que se adquirió esa información. Estos detalles contextuales forman parte del recuerdo y juegan un papel crucial en cómo y cuándo accedemos a ese recuerdo posteriormente.
Ejemplos y aplicaciones
- Aprendizaje académico: Por ejemplo, cuando un estudiante que aprende términos de biología en un aula específica, puede recordar mejor esos términos cuando se encuentra en la misma aula, porque los elementos visuales y espaciales del aula se asocian con la información aprendida.
- Experiencias personales: Si una persona escucha una canción mientras vive un momento emocional intenso, es probable que en el futuro, al escuchar la misma canción, recuerde esos momentos con más claridad, ya que el contexto emocional y auditivo quedó vinculado al recuerdo del día en el parque.
- Terapia psicológica: En tratamientos para trastornos como el TEPT, la terapia de exposición puede incluir recrear de manera segura el contexto en que se formó el recuerdo traumático, ayudando al paciente a desensibilizarse y procesar el evento de manera terapéutica.
La memoria contextual es muy importante, porque permite una recuperación más eficiente y situada de la información, lo que es básico tanto en el aprendizaje como en la navegación diaria por nuestro ambiente. Este tipo de memoria no solo subraya la importancia del «qué» en el aprendizaje, sino también el «dónde» y el «cómo», mostrando que los entornos en los que aprendemos y experimentamos la vida están intrínsecamente ligados a la forma en que recordamos y hacemos sentido de nuestras experiencias.
¿En qué consiste el Efecto Contextual?
El efecto contextual es un sesgo que se refiere a cómo el contexto o ambiente en el que se aprende una información puede afectar la manera en que esa información se recuerda y se utiliza posteriormente. Este efecto muestra que la capacidad de recuperar y aplicar correctamente la información aprendida, depende en gran medida del parecido tanto del entorno de aprendizaje como del entorno donde recuperamos dicha información.
La gente tiende a recordar mejor las cosas si las aprendieron en el mismo contexto
Se refiere por tanto, a cómo la memoria se relaciona con el contexto en el que se aprendió el conocimiento. Por ejemplo, podemos escuchar una canción que nos traiga a la memoria el día de nuestra boda y a lo emocionados y felices que estábamos. O puede que no te guste el verde claro porque era el color preferido de tu ex pareja y te recuerda a ello.
Implicaciones del Efecto Contextual en el aprendizaje
El recuerdo se facilita al pensar en cómo aprendimos algo. Por lo tanto, recordar la situación en la que aprendimos un estímulo nos ayuda cuando necesitamos recordarlo.
Las patologías que afectan los lóbulos frontales, como las demencias frontales, los traumatismos cráneo-encefálicos o los ictus que cursan con lesiones cerebrales en los lóbulos frontales, pueden afectar a la efectividad del efecto contextual.
Aunque el hipocampo está estrechamente relacionado con este efecto desde un punto de vista morfológico, es importante destacar que se ve afectado también por varias partes más del cerebro. Por ejemplo, el hemisferio derecho almacena el significado de las palabras, el córtex temporal almacena los recuerdos de la infancia y los lóbulos frontales se encargan de la percepción y el pensamiento.
