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Efecto Mozart y la inteligencia ¿mito o realidad? 8 supuestos beneficios
El efecto Mozart
Desde que Tomatis hizo esas declaraciones, el auge por beneficiarse del efecto Mozart se disparó y esto llegó a un punto incontrolable, pues, incluso en campañas políticas, muchos dirigentes han regalado discos de música clásica, específicamente de Mozart, a mujeres embarazadas.
En el año 1993 la creencia terminó de consolidarse, ya que la revista Nature publicó un estudio en el que, tras un experimento, los alumnos que escucharon la música de Mozart –específicamente la sonata para dos pianos en re mayor, k. 448- habían alcanzado mejores resultados en una prueba que aquellos que no.
También cabría preguntarse qué tan compleja fue la prueba, pues, mayormente consistía en cortar y doblar papeles. En todo caso, la teoría del efecto Mozart terminó de ganar mucha popularidad.
Beneficios de escuchar música de Mozart
Quienes defienden esta teoría, afirman que escuchar música de Mozart produce efectos en el cerebro infantil, activando su corteza cerebral, en la zona frontal y occipital, concretamente.
También, se considera que el efecto de la música genera cierta actividad eléctrica cerebral, por lo que, quienes escuchan música clásica podrían obtener los siguientes beneficios:
- Mayor capacidad de memoria;
- Mejor atención y concentración;
- Aumento en la capacidad para la resolución de problemas de razonamiento lógico y matemático;
- Fortalece el lenguaje en los niños;
- Fomenta la interacción entre niños y adultos;
- Estimula la imaginación infantil, así como la creatividad en general;
- Si es combinada con el baile, se logra mayor desarrollo muscular, equilibrio y estimulación de los sentidos.
- Facilita la evocación de imágenes y recuerdos, entre otras.
Haciendo a un lado estos supuestos beneficios, algunas veces se considera que el estudio publicado por Nature no fue lo suficientemente profundo, así como también la investigación mencionaba que el efecto tenía una duración corta, de unos 15 minutos aproximadamente.
Entre los resultados, tampoco se recalcaba nada en absoluto sobre un supuesto incremento de la inteligencia, por lo que cabe preguntarse si el efecto Mozart es mito o verdad.
¿Es efectivo o no?
En resumen, parecen existir más estudios que refuten las hipótesis del efecto Mozart que aquellos que lo respalden.
Por ejemplo, la neuropediatra Raquel Almendral, adscrita al Hospital General de Tomelloso, en su análisis titulado: Mitos y realidades del efecto Mozart, señaló que existen muchas controversias sobre los efectos de este efecto y que no es posible afirmar que escuchar este tipo de música mejore las funciones cognitivas.
Además, los resultados hasta ahora descubiertos sugieren, según la autora mencionado, que deben ser tomados con cautela, puesto que se precisan de estudios más completos.
En cuanto al neuropsiquiatra Nilton Custodi, en el artículo que lleva por nombre Efectos de la música sobre las funciones cognitivas, él afirma que los efectos que se producen a partir de la exposición a la música de Mozart, son transitorios, en caso de ocurrir, y, además, se necesita de una habilidad en específico, como la visuo-espacial, por lo que el efecto Mozart no está asociado con ninguna variación en la inteligencia.
Cabe señalar también que, en el caso de los recién nacidos, estos solo emiten respuestas límbicas ante los sonidos de la música, es decir, su capacidad se limita a notar el tono y ritmo de la voz de su madre y es a partir de los 6 meses cuando sus habilidades auditivas se van desarrollando.
El efecto Mozart parece un timo
No tiene nada de malo escuchar música de Mozart, al contrario, puede ser muy placentero, al igual que escuchar piezas de otros compositores, pero, sin llegar a creer que esto hará más inteligente a una persona.
Lo que sí resulta curioso es la capacidad de inteligencia que tuvo el compositor austríaco, nacido en 1756, pues, desde pequeño, Mozart demostró tener un don especial para la música y a los 6 años ya tocaba el violín y el piano con una impresionante agilidad.