
El pensamiento mágico, en qué consiste
Una explicación del mundo sin fundamento empírico
El pensamiento mágico, también llamado conocimiento mágico, es la forma de pensar que tienen algunas personas y que no se basan en la lógica, sino justificar y valorar los acontecimientos a través de hechos sobrenaturales que no tienen un fundamento empírico.
En estos casos, las personas que se basan en estas ideas suelen atribuir la causa de muchos de sus problemas a fenómenos naturales. Esto hace que tengan dificultad para solucionarlos, ya que no atajan las situaciones ni las enfrentan de una manera lógica y racional.
El caso es que este tipo de pensamiento es común en prácticamente todas las culturas, ya que era la forma clásica de explicar muchas de las cosas que pasaban cuando aún no se poseían las herramientas para explicar el mundo. Este hecho, poco a poco, fue dejando paso a una explicación más lógica de la realidad.
De aquí nace el uso de amuletos, incluso la propia religión y explicación del mundo. Para muchas personas esto supone restar ansiedad ante muchos problemas, ya que aceptan así que no todo depende de ellos. Sin embargo, esto tiene sus desventajas.
¿Cómo afecta esto a las personas?
La forma de pensar del conocimiento mágico puede ocasionar muchos problemas a las personas que lo padecen. En primer lugar, porque estas ideas están basadas en algo que está completamente fuera de la realidad, de forma que la persona no toma conciencia de su propio papel y responsabilidad en ella.
Dicho de otro modo, el pensamiento mágico puede llevar a que el individuo no asuma su propia responsabilidad en un hecho concreto y, por lo tanto, tienda a eludir la búsqueda de una solución más realista.
Esto hará que tarde o temprano, este problema vuelva a aparecer o, aún peor, que al no ser solucionado utilizando unas herramientas más lógicas y racionales, acabe por agravarse y desembocar una situación todavía peor.
Otro de los conceptos asociados que pueden servir como ejemplo para entender este pensamiento es el efecto placebo. Este determina que el hecho de creer que un remedio va a ser curativo, puede llegar a provocar incluso que se produzca una mejora de los síntomas.
El pensamiento mágico, asimismo, puede derivar en trastornos que pueden llegar a ser graves para la persona que los padece. En casos más graves, puede llevar a personas a sufrir incluso delirios, sobre todo cuando son creencias muy irracionales.
Cómo reconocer el pensamiento mágico
Los individuos están acostumbrados a acudir al pensamiento mágico para dar explicación a muchos fenómenos y a situaciones cotidianas. Esta herencia histórica hace que existan múltiples escenarios en el día a día en las que podemos reconocer fácilmente el pensamiento mágico.