El sufrimiento, aunque no lo parezca, tiene un lado positivo
“En el dolor hay tanta sabiduría como en el placer; ambas son dos grandes fuerzas conservadoras de la especie” Friedrich Nietzsche
Experiencias traumáticas y sufrimiento
Las experiencias traumáticas causan un gran trastorno en la persona que las padece. Pero además de los estragos un sufrimiento también produce beneficios y uno de ellos es el enriquecimiento personal.
Cuando alguien ha sido despedido de un trabajo, sufre un gran dolor. En los primeros momentos es normal sentirse abatido y desesperado, pero también hay que saber que no todo en negativo. Esta experiencia también enseña, aunque desearíamos no haber pasado nunca por ella.
La lucha de la persona contra esta circunstancia tan traumática hace que también experimente un crecimiento interior y mejore como persona. Por supuesto, no todos somos iguales y cada uno percibe los sentimientos a su manera. No obstante, esta experiencia hace que también crezcamos interiormente y nos convirtamos en mejores personas de lo que éramos antes.
Tipos de Crecimiento producido por el sufrimiento
Dos psicólogos Calhoun y Tedeshi llegaron a la conclusión de que las personas pueden experimentar tres tipos de crecimiento:
- En primer lugar, nos damos cuenta de que somos capaces de afrontar este tipo de situaciones. Si superamos algo tan duro, seguro que podemos con lo que nos propongan.
- En segundo lugar, se aprecia más a los amigos y la familia, porque normalmente suelen estar ahí. No están todos, solo los mejores, y ello nos sirve para darnos cuenta del grado de aprecio que tienen hacia nosotros y de lo mucho que los necesitamos. También aparece la necesidad de ayudar a los demás y eso puede incrementar nuestras relaciones sociales y la calidad de estas.
- En tercer lugar, también se cambia la escala de valores y se comienza a dar importancia a los pequeños detalles de la vida.
No todo es negativo, por tanto, también hay una parte positiva que nos puede servir para mejorar y afrontar otro tipo de situaciones, porque nunca se sabe. Lo que sí es cierto es que hay que tomarse la vida con optimismo y ver el lado positivo porque eso nos puede ayudar como ayudó al león de la siguiente fábula:
Habíase una vez una selva en la que vivían tres leones. Un día fueron convocados por el águila presidente para asistir a una reunión. Cuando llegó el día, el águila les comunicó que estaban allí reunidos porque uno de ellos sería elegido rey.
Como eran muy amigos decidieron no luchar entre ellos. Entonces el águila resolvió que el rey sería aquel que subiera a la montaña más alta y escarpada de la selva, la Montaña Difícil.
Al día siguiente comenzó la escalada. El primer león no pudo llegar, el segundo tampoco y el tercero también bajó derrotado.
El pueblo que estaba allí reunido para ver el espectáculo pensó que tendrían que esperar un poco más para tener rey. Pero de repente el águila tomó la palabra y clamó con voz potente “¡yo sé quién debe ser el rey!”. El pueblo la miró asombrado. El águila continuó diciendo: “yo escuché lo que cada león dijo al subir a la montaña. El primero y el segundo exclamaron: ¡montaña me has vencido! Y el tercero gritó: ¡montaña me has vencido, por ahora!, la diferencia entre ellos, añadió el águila es que el tercer león tuvo una actitud de ganador y eso es lo que nuestro pueblo se merece!”