
El viaje del héroe: claves para conectar con el héroe que llevamos dentro
El viaje del héroe: las 3 etapas
Joseph Campbell divide el viaje del héroe en 3 fases principales:
- La partida: donde el héroe debe apartarse del mundo que conoce para dar inicio a la aventura
- La iniciación: es la etapa vital en la que deberá hacer frente a las pruebas y obstáculos que la persona deberá superar para convertirse en un héroe
- El retorno: la fase final en la que el ya convertido en héroe regresa de su viaje con todos los conocimientos y destrezas adquiridos
Como veremos, cada etapa cuenta con una suerte de subetapas. No obstante, en el viaje del héroe no es necesario pasar por cada de una ellas. Las etapas principales sí son obligatorias.
El viaje del héroe: La partida
Dentro de esta etapa inicial en el viaje del héroe, Campbell describe 5 subetapas.
1. La llamada a la aventura
El héroe empieza la aventura en el mundo que, para él o ella, es familiar y conocido. Así pues, todo es familiar, estable, predecible, y se siente cómodo en ese mundo.
Sin embargo, en un momento determinado, al héroe se le presenta una situación determinada a la que debe enfrentarse. Puede ser un desafío, una aventura o un problema que debe resolver.
Por consiguiente, debe decidir si acude a la llamada del destino, si cambia radicalmente su forma de vida, si se atreve a adentrarse en lo desconocido y a alejarse de todo aquello que le resulta predecible y familiar. Es decir, a salir de la zona de confort.
2. La negativa a la llamada
Por comodidad o miedo al cambio. O bien, por el apego a la vida que conoce y a la rutina, el héroe expresa duda o temor a acudir a la llamada. Puede que rechace cambiar su vida para enfrentarse a la situación que debe resolver.
En este caso, el autor destaca la fuerza psicológica del héroe frente a aquellos atascados simbólicamente en su propio ego, que son incapaces de tomar la acción. En muchos casos, el héroe ha de salvar a estas personas de sí mismos.
3. La ayuda sobrenatural
Aquellos valientes que aceptan la llamada a la aventura, a menudo se encuentran con la ayuda de una figura protectora, que representa la fuerza protectora y benigna del destino. Además, es guía y maestro del héroe durante su periplo.
Este personaje puede reflejarse a través de un anciano o anciana, una persona más sabia y experimentada, una especie de mentor para el héroe que lo orienta y le otorga alguna especie de amuleto, real o simbólico con el que puede hacer frente a dificultades específicas.
4. El cruce del primer umbral
El héroe debe ahora atravesar la línea simbólica que separa ambos mundos. Esto es, el mundo conocido por aquél y un mundo diferente. Por lo tanto, ahora debe adentrarse en lo desconocido y dejar definitivamente atrás la seguridad que le ofrecía la rutina y lo familiar.
En este punto el compromiso con la aventura es serio y unívoco. Por consiguiente, se dejan atrás los límites del mundo conocido y se avanza hacia un nuevo mundo mágico, desconocido y peligroso, donde sus características aún están por definir.
5. El héroe en el vientre de la ballena
Es una etapa muy ligada a la anterior. El los mitos, aparece como continuación del cruce del umbral. En ella, se remarca la muerte simbólica del héroe, no porque muera, sino porque parece que ha sido tragado por lo desconocido. Por lo tanto, parece que hubiera desaparecido o muerto, al igual que Jonás cuando se lo tragó la ballena.
En definitiva, la aventura absorbe al héroe, de forma que está muy lejos de nuestro mundo, pero luchando dentro de otro mundo completamente diferente.
El viaje del héroe: La iniciación
Esta etapa es crucial, pues aquí se dan las pruebas y obstáculos que el héroe debe superar.
1. El camino de las pruebas
En un mundo completamente nuevo y desconocido, el héroe hará frente a una serie de pruebas que deberá superar. Según Campbell, estas pruebas son un «proceso de disolución, de trascendencia o de transmutación de las imágenes infantiles de nuestro pasado personal». En otras palabras, representan toda una experiencia cargada de nuevos aprendizajes, crecimiento y madurez. Toda una etapa de crecimiento personal.
2. El encuentro con la diosa
La diosa representa el modelo de belleza y deseo, la meta de todos los héroes. Sin embargo, en nuestro caso, representa la gran prueba final que el héroe ha de ganar para obtener el don del amor (amor fati).
«Amor fati» proviene del latín y significa «amor del destino». O sea, aprender a aceptar todo lo que sucede en la vida, lo bueno y lo malo, incluido los sufrimientos y las pérdidas.
- Desde el punto de vista masculino, al final de la aventura tendríamos un matrimonio místico del alma triunfante del héroe con la Reina Diosa del Mundo
- Y desde el punto de vista femenino, es ella quien por medio de sus cualidades, su belleza o deseo se convierte en la consorte de un ser inmortal
3. La mujer como tentación
En esta etapa el héroe debe hacer frente a la tentación. En la mayoría de los mitos esta viene representada por una figura femenina, pero no siempre tiene que ser así. Por tanto, el eje central de esta etapa es la lucha contra la tentación en cualquiera de sus formas.
Además, es importante no sucumbir a la tentación carnal, física o material, pues amenaza al héroe al desviarlo de su camino. De hecho, esta será una de las mayores pruebas a las que tenga que enfrentarse el héroe. Como resultado, accederá a una conciencia amplificada y a un refuerzo de su voluntad y carácter. El héroe ya no volverá a ser el mismo.
4. La reconciliación con el padre
El héroe, tras ir superando las pruebas e ir transformándose psicológica y espirualmente, es capaz de dejar atrás los traumas infantiles. Ahora el padre es una figura que le servirá de ejemplo en muchos sentidos. Sentirá una unión más cercana a él.
En el caso femenino, la reconciliación sería con la madre. En la etapa infantil, niños y niñas ven al progenitor del mismo sexo como un rival, un intruso y enemigo. Sin embargo, a medida que el héroe madura se da cuenta de que el padre y la madre son iguales en su esencia elemental.
5. Apoteosis
La apoteosis es el momento en el que el héroe alcanza la cima de su transformación espiritual y humana. En él, se libera de todo temor. Además, las cosas mundanas ya no le afectan. Simbólicamente, ha muerto y renacido. Ahora es una persona nueva, libre y más fuerte. Nada lo puede parar.
6. La gracia última
En esta última etapa, el héroe obtiene el don que había perseguido desde el principio, aquél para el que se ha estado preparando durante toda la aventura.
En esta fase deberá enfrentarse con el guardián del don o el elixir. Aquel solo le otorgará la recompensa a aquellos que se hayan probado sobradamente. Incluso, pueden llegar a ser extraordinariamente cautelosos o severos, por lo que el héroe puede recurrir a otros métodos para obtener el elixir.
Este último don puede ser espiritual o material, como el Santo Grial. Por tanto, muchas veces no hay que verlo como un simple objeto físico que el héroe debe obtener.