
Frases célebres de Aldous Huxley
Frases célebres de Aldous Huxley
Vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros, pero siempre, en todas las circunstancias, estamos solos.
El cambio realmente revolucionario deberá lograrse, no en el mundo externo, sino en el interior de los seres humanos.
La realidad no es lo que nos sucede, sino lo que hacemos con lo que nos sucede.
Nuestra sociedad occidental contemporánea, a pesar de su progreso material, intelectual y político, ayuda cada vez menos a la salud mental y tiende a socavar la seguridad interior, la felicidad, la razón y la capacidad para el amor del individuo; tiende a convertirlo en un autómata que paga su frustración como ser humano con trastornos mentales crecientes y una desesperación que se oculta bajo un frenético afán de trabajo y supuestos placeres.
Una verdad sin interés puede ser eclipsada por una falsedad emocionante.
Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje.
Nunca es igual saber la verdad por uno mismo que tener que escucharla por otro.
Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay tanta gente que ama a sus perros más que a los hombres.
La mayoría de los seres humanos tienen una capacidad casi infinita para dar las cosas por sentadas.
Las palabras pueden ser como rayos X si se usan apropiadamente; lo atraviesan todo.
El amor ahuyenta el miedo, y recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y solo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.
La magnitud de las cantidades de dinero parece variar en modo notable según hayan de ser pagadas o cobradas.
La esquizofrenia tiene sus paraísos, del mismo modo que sus infiernos y sus purgatorios.
Pensó en la incomprensible secuencia de cambios y azares que componen una vida, en todas las bellezas y horrores y absurdos cuya conjunción crea el esquema, imposible de interpretar, pero divinamente significativo, del destino humano.
Un intelectual es una persona que ha descubierto algo más interesante que el sexo.
El dinero no reporta ninguna satisfacción cuando hay que trabajar para ganarlo, puesto que trabajando para conseguirlo no queda tiempo para gastarlo.
La investigación de las enfermedades ha avanzado tanto, que cada vez es más difícil encontrar a alguien que esté completamente sano.
El carácter es la suma de las tendencias para actuar en cierta dirección.
El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás.
La indiferencia es una forma de pereza, y la pereza es uno de los síntomas del desamor. Nadie es haragán con lo que ama.
El que guarda silencio no declara contra sí mismo.