
Frases célebres de Miguel Delibes
Frases célebres de Miguel Delibes
Permitamos que el tiempo venga a buscarnos en vez de luchar contra él.
La vida era el peor tirano conocido.
La novela es un intento de exploración del corazón humano a partir de una idea que es casi siempre la misma contada con diferente entorno.
Soy un hombre sencillo que escribe sencillamente.
Cumplir lo que estimamos nuestro deber ya encierra en sí mismo una recompensa.
Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad.
Un pueblo sin literatura es un pueblo mudo.
El hombre moderno vive ajeno a esas sensaciones inscritas en lo profundo de nuestra biología y que sustentan el placer de salir al campo.
Mi vida de escritor no sería como es si no se apoyase en un fondo moral inalterable. Ética y estética se han dado la mano en todos los aspectos de mi vida.
Algo se marchitó en él: quizás la fe en la perennidad de la infancia.
La terrible relación de la vida con la muerte nos viene dada desde que nacemos.
Yo he encontrado en la literatura el refugio que no encontraba tan perfecto en el cine o en el café o en la tertulia o en el juego.
El progreso comporta -inevitablemente, a lo que se ve- una minimización del hombre.
Pretendí trasladar a las páginas todos los derechos de los muertos para informar la conducta de los vivos.
A los mayores tiranos siempre les gustó tener fama de liberadores.
Le dolía que los hechos pasasen con esa facilidad a ser recuerdos; notar la amarga sensación de que nada, nada de lo pasado, podía volver a repetirse.
La instrucción, en el Colegio; la educación, en casa.