
frases de Germaine Necker (Madame de Staël)
Frases de Madame de Staël
Cuando somos capaces de conocernos a nosotros mismos, rara vez nos equivocamos sobre nuestro destino.
El desengaño camina sonriendo detrás del entusiasmo.
La murmuración se parece al humo porque se disipa pronto, pero ennegrece todo lo que toca.
Para hallar algún encanto en nuestros ensueños, es preciso, así en la felicidad como en la desgracia, estar en paz con nosotros mismos.
El hombre tiene tal sentimiento de lo transitorio de su ser, que en presencia de algo inmutable siempre experimenta cierta emoción.
Matrimonio, es decir, la asociación de todos los sentimientos y de todos los pensamientos.
Cuando un amigo advierte que lo necesitamos de un modo apremiante, siempre pierde cordialidad.
La meditación religiosa es el sentimiento más íntimo que el hombre puede experimentar.
La inteligencia humana hace continuos progresos, pero estos progresos son en línea espiral.
Las mujeres no miden jamás los sacrificios; ni los suyos, ni los de los demás.
El talento no impide tener manías, pero las hace más notables.
El comprender todas las cosas le hace a uno más indulgente.
Cuando los designios de la Providencia están cumplidos en nosotros, una música interior nos prepara a la llegada del ángel de la muerte.
El ingenio consiste en apreciar el parecido de cosas que difieren entre sí, y la diferencia de cosas entre, sí iguales.
El amor es la historia de la vida de las mujeres y un episodio en la de los hombres.
A nadie le gusta jugar al ajedrez mientras cae por un abismo.
La emoción del peligro: ella alivia el peso del dolor, nos reconcilia un momento con esta vida que acabamos de reconquistar y que es tan fácil de perder.
Hay situaciones en la vida en que, aun sacrificándose, no sabe uno cómo cumplir con todos sus deberes.
La música refuerza la idea que tenemos de las facultades de nuestra propia alma; cuando la oímos, nos sentimos capaces de los más nobles esfuerzos.
La oración en común, cualquiera que sea su lengua y rito, constituye la más emocionante fraternidad de esperanzas y simpatías que pueden los hombres constituir en este mundo.
Ante las gentes de espíritu ligero nos avergonzamos de mostrar afectos profundos.
El valor nada puede contra la conciencia. Teniendo de ella su origen, ¿cómo iba a triunfar sobre ella?.
El dolor siempre cumple lo que promete.
Es fácil ser mujer cuando se es insensible.
El misterio de la vida es la conexión entre nuestros errores y nuestros infortunios.
Existe una opinión más discreta que la del hombre de mayor talento, y es la del público.
Aspirar es privilegio de mujer.
La negligencia de los deberes menudos sirve de aprendizaje para las faltas grandes.