
frases inspiradoras de Hermann Hesse
Citas célebres de Hermann Hesse
Lo blando es más fuerte que lo duro, el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia.
Dentro de ti hay una quietud y un santuario al que puedes retirarte en cualquier momento y ser tú mismo.
Algunos de nosotros pensamos que aferrarnos nos hace fuertes; pero a veces es soltarnos lo que nos fortalece.
La felicidad es amor, no otra cosa. El que sabe amar es feliz.
¿Qué podría decirte que sería de valor, excepto que tal vez buscas demasiado, que como resultado de tu búsqueda no puedes encontrar?
Como cuerpo todo el mundo es soltero; como alma, nunca.
La verdad se vive, no se enseña.
Tienes que intentar lo imposible para lograr lo posible.
Nuestra mente es capaz de pasar más allá de la línea divisoria que hemos trazado para ella. Más allá de los pares de opuestos en que consiste el mundo, otras percepciones nuevas comienzan.
La teoría es el conocimiento que no funciona. La práctica es cuando todo funciona y no sabes por qué.
Cada experiencia tiene su elemento de magia.
Matamos a cada paso, no solo en guerras, disturbios y ejecuciones. Matamos cuando cerramos los ojos ante la pobreza, el sufrimiento y la vergüenza. De la misma manera, toda falta de respeto por la vida, todo el coraje, la indiferencia, todo desprecio no es otra cosa que matar.
No hay ninguna realidad excepto la contenida dentro de nosotros. Es por ello que muchas personas viven una vida irreal. Confunden las imágenes exteriores por realidad y nunca permiten que el mundo dentro de ellos se afirme.
Es posible para uno nunca transgredir ni una ley y seguir siendo un bastardo.
La sabiduría no es más que una preparación del alma, una capacidad, un arte secreto de pensar, sentir y respirar pensamientos de unidad en cada momento de la vida.
El pájaro lucha para salir del huevo. El huevo es el mundo. Quien vaya a nacer debe destruir un mundo.
La realidad y el significado no estaban ocultos en algún lugar detrás de las cosas, estaban en ellas, en todos ellas.
No es nuestro propósito el convertirnos en nuestro prójimo, es reconocernos el uno al otro, aprender a ver al otro y honrarlo por lo que es.
Tal vez la gente como nosotros no puede amar. La gente común puede, ése es su secreto.
Aquellos que no pueden pensar o asumir responsabilidades por sí mismos, necesitan y claman por un líder.
A menudo son las personas más merecidas quienes no pueden evitar amar a quienes los destruyen.
Uno nunca llega a casa, pero donde se cruzan los caminos amistosos el mundo entero parece hogar por un tiempo.
La eternidad es solo un momento, que nos alcanza justo para contar un chiste.
Las personas con valentía y carácter siempre parecen siniestras para los demás.
Todos los hombres están preparados a lograr lo increíble si se ven amenazados sus ideales.