Inteligencia emocional, cómo aplicarla en el día a día

Autoconocimiento y gestión de nuestras emociones, de eso se trata la inteligencia emocional. Un término en auge debido a su amplia posibilidad de aplicación. Les contaremos acerca de ella, cómo desarrollarla y sacar su mayor provecho. Si lo que les interesa es conocer sus emociones para lograr relaciones más sanas con ustedes mismos y con los demás, sigan leyendo.

¿Quién es emocionalmente inteligente?

La inteligencia emocional puede ser definida como la capacidad de tomar consciencia y conocimiento de nuestras propias emociones, además de comprender y apreciar las emociones de los demás. Entonces, podríamos identificar a las personas emocionalmente inteligente como aquellos que buscan comprender sus emociones y las de las personas con las que se relacionan para así expresarse de mejor manera y poder relacionarse mejor.

Como podrán imaginar, desarrollar la inteligencia emocional es beneficioso para nuestro desempeño en los distintos ámbitos de nuestra vida cotidiana: el trabajo, con nuestras parejas, en la escuela, con amigos. Con ella lograremos mejores relaciones interpersonales basadas en el respeto y la comunicación, además de mayor autoconocimiento. Incluso aplicarla nos puede llevar a encontrar el camino hacia aquello que nos hace felices y genera bienestar.

Identificar nuestros estados emocionales, además, nos permitirá manejarlos. Por ejemplo, me siento feliz y lo percibo, puedo pensar: ¿qué me trajo a este estado?, ¿qué puedo hacer para seguir sintiéndome así? Lo mismo si nos sentimos tistes o enojados, puede llevarnos a reflexionar sobre qué nos hizo sentir de esa manera y qué puede ayudarnos a recomponer nuestro estado de ánimo.

6 beneficios de ser emocionalmente inteligente

Ser emocionalmente inteligentes tiene numerosos beneficios personales en la cotidianidad. Les contaremos sobre algunos de ellos y verán que querrán empezar a poner en práctica su inteligencia emocional para poder vincularse mejor consigo mismos y con las demás personas.

1. Permite un mejor autoconocimiento y crecimiento personal. Entender y autogestionar nuestras emociones nos permitirá convivir mejor con nosotros mismos, logrando encontrar las claves para modificar estados en los que no nos sentimos cómodos o a gusto. Podremos llegar a entender cómo nuestros estados emocionales afectan nuestros pensamientos y decisiones.
2. Nos convierte en personas más empáticas. Así como la inteligencia emocional permite que identifiquemos nuestras emociones, también podremos identificar los estados emocionales de las personas con las que nos vinculamos. Por ello podremos ponernos en su lugar y comprender qué sienten.
3. Mejora las relaciones interpersonales. Así como antes dijimos, aplicar nuestra inteligencia emocional para relacionarnos con los demás nos convierte en personas con un mayor nivel de empatía y, además, nos permitirá establecer relaciones más sanas. En pocas palabras, seremos más responsables afectivamente.
4. Genera bienestar. Aplicando estas estrategias de autoconocimiento, podremos manejar estados de ansiedad, angustia o estrés para sentirnos mejor. Muchas patologías que están vinculadas con el bienestar psíquico pueden ser prevenidas y hasta podemos aprender a manejarlas aplicando nuestros conocimientos en inteligencia emocional.
5. Descansaremos mejor. Si gestionamos nuestras emociones, evitaremos malestares que nos alejan de pasar buenas y largas noches de sueño y, por lo tanto, podremos sentirnos mejor durante el día.
6. Mejora el rendimiento laboral. Ser emocionalmente inteligentes nos dará herramientas para autoconocernos, saber cómo lograr sacar lo mejor de nosotros para llegar a los demás, así poder motivarlos a ellos y a nosotros mismos. Aprenderemos a trabajar mejor en grupo y a liderar de forma eficiente.

 

Desconexión emocional en los adolescentes

Desarrolla tu inteligencia emocional

Ahora bien, hasta aquí hemos descrito qué implica ser emocionalmente inteligentes y sus beneficios, pero probablemente se estén preguntando cómo conseguirlo. A eso vamos, les daremos estrategias para desarrollar su propia inteligencia emocional y así vivir mejor.

Un buen primer paso para ser personas emocionalmente inteligentes implicaría reflexionar acerca de cómo te sientes. Aceptar las emociones por las que pasamos en nuestro día a día, para así poder entender qué nos sucede. Es fundamental dar lugar a lo que sentimos. Luego, poner en palabras sus emociones es de mucha utilidad. Poder expresar lo que nuestro ánimo en palabras es un excelente inicio para la gestión emocional. Cuéntaselo a alguien, o cuéntatelo a ti mismo, verás cómo reconocerás todavía mejor lo que te está pasando al hacerlo.

Una vez aceptada la emoción y puesta en palabras, reflexionen: ¿me genera bienestar o malestar?, ¿quiero seguir sintiéndome así? No teman cuestionarse a ustedes mismos, la reflexión es la clave para la inteligencia emocional. No teman encontrarse con emociones negativas, para terminar con ellas lo primero que deben hacer es enfrentarlas aceptarlas y, solo así, podrán superarlas.

Por último, la pregunta clave: “¿qué necesito?” Ya sea motivación, relajación, traer alegría a tus pensamientos. Buscar objetivos, plantearlos y en base a eso decidir qué hacer con lo que sienten. Verán que, aunque al principio resulte difícil, si siguen estos consejos lograrán con el tiempo desarrollar su inteligencia emocional al máximo, generando mejores vínculos con ustedes mismos y luego con los demás.

Para quienes les interese poner en práctica su inteligencia emocional, el mindfulness puede ser un buen complemento. Las técnicas de meditación como estas, que implican aceptación de las emociones que atravesamos, nos ayudarán a mejorar nuestra percepción de nuestros estados de ánimo y así poder decidir qué hacer con ellos.

Ya han leído acerca de la inteligencia emocional y sus beneficios. De poner en práctica los consejos que les hemos dado, les aseguramos, se sentirán mejor con ustedes mismos y con los demás. Definitivamente la inteligencia emocional es una excelente herramienta autogestionada para mejorar nuestra calidad de vida y desarrollarnos mejor en nuestro trabajo, escuela, con nuestros amigos y familia. No esperen más y empiecen a ponerla en práctica, notarán los cambios.