
La Técnica de la Rejilla para evaluar constructos personales
¿En qué consiste la técnica de la rejilla?
La técnica de la rejilla es un método psicológico para evaluar las dimensiones y la estructura del significado personal. El uso de una matriz que incorpora constructos por un lado y elementos importantes por otro es lo que le da este nombre. Estos elementos importantes son las personas que el sujeto eligió como las más representativas de su mundo, así como sus propios yo actual y yo ideal. Estas personas, que suelen ser una o dos decenas, se clasifican según su función interpersonal con el sujeto.
En 1955, George Kelly desarrolló esta técnica dentro de su Teoría de los constructos personales y se enmarca en el grupo de métodos subjetivos. No parte de ítems seleccionados, sino de la perspectiva del ser humano como creador de significados, por lo que el investigador y el sujeto construyen los ítems en función de sus respuestas. Se buscan similitudes y diferencias entre los elementos seleccionados y el entrevistado. Es una técnica psicométrica para cuantificar estas similitudes y diferencias, buscando la relación entre elementos.
Esta técnica se puede considerar una entrevista semiestructurada que nos permite comprender la organización interna de la persona; en otras palabras, nos acerca a la forma particular en que esa persona entiende su realidad e interpreta sus experiencias. Podemos ofrecer soluciones adecuadas a sus demandas solo si entendemos su punto de vista. Debido a esto, la técnica de la rejilla es tan útil.
Cómo aplicar la técnica de la rejilla
El entrevistador y el entrevistado trabajan juntos para crear una matriz que representará gráficamente las principales creencias de la persona utilizando la técnica de la rejilla. Por lo tanto, es un proceso en tres partes.
Elementos
Primero, de izquierda a derecha de un folio en blanco se colocan los nombres de algunas de las personas más significativas en la vida del entrevistado. Amigos, familiares, compañeros de trabajo, jefes o incluso celebridades pueden servir de inspiración.
Además, es interesante incluir a aquellos que ya no están presentes (como exparejas o exmaestros) o que tienen un significado negativo. Es crucial incluir ciertos aspectos de la identidad del entrevistado, como:
- El yo presente (quién soy en este momento).
- El yo ideal (la persona que deseo ser).
- Yo mismo antes de que se manifestara el síntoma.
- Yo cuando experimento el síntoma.
Constructos
En segundo lugar para seguir con la técnica de la rejilla, debemos plasmar características relevantes para la persona de arriba hacia abajo y en la parte izquierda del folio. Estos constructos abarcan una amplia gama de posibilidades entre ambos polos, lo que los hace bipolares (suave-áspero, claro-oscuro, bueno-malo). Además, se derivan de la experiencia. Al observar a alguien que habla mucho y alguien que apenas se expresa, puede surgir el constructo hablador-callado.
Cada persona posee una serie de estructuras nucleares que utilizamos con frecuencia para dar forma y significado a nuestras experiencias. Estos son los que se reflejan en la rejilla. Para lograrlo, se confrontan los elementos (personas) designados en el primer paso de dos en dos. Como ejemplo:
- ¿Cuál es la conexión entre tu padre y tu madre? Si se afirmara que son muy generosos, se debería cuestionar: ¿Cuál es la definición de generoso? De esta manera, podríamos obtener, por ejemplo, la estructura altruista-egoísta.
- ¿Cuál es la diferencia entre tu mejor amigo y tu antiguo maestro? Podría obtenerse, por ejemplo, el constructo inteligente-tonto siguiendo la secuencia de preguntas anteriores.
Continuaremos confrontando los diversos elementos y colocando los constructos que surjan desde arriba hacia abajo.