
Las Grandes frases y enseñanzas que nos dejó Gaspar Melchor de Jovellanos
Frases icónicas y reflexivas de Gaspar Melchor de Jovellanos
Para el hombre laborioso, el tiempo es elástico y da para todo.
Perezcan de necesidad y de miseria los que, habiendo disipado la herencia de sus padres o no sabiendo sacudir su desidia, quieren todavía mantener el esplendor, rodeados por todas partes de la miseria.
La simpatía mueve dos cuerpos con una sola alma.
Bien están los buenos pensamientos, pero resultan tan livianos como burbuja de jabón, si no los sigue el esfuerzo para concretarlos en acción.
Todo impuesto debe salir de lo superfluo, y no de lo necesario.
El estado de libertad es una situación de paz, de comodidad y de alegría.
¿Quién podrá reposar tranquilo mientras los infelices maldicen su descanso?
Los pueblos tienen el gobierno que se merecen.
La ciencia es sin disputa el mejor, el más brillante adorno del hombre.
Si corriendo hace esto, ¡qué no haría con un poco de meditación y de calma!
Agricultura es el arte que enseña virtud al hombre y la base de la opulencia a todas las naciones.
Solo le falta el tiempo a quien no sabe aprovecharlo.
Nuestras acciones obran sobre nosotros tanto como nosotros obramos sobre ellas.
¿Qué sería de una nación que, en vez de geómetras, astrónomos, arquitectos y mineralogistas, no tuviesen sino teólogos y jurisconsultos?
El verdadero honor es el que resulta del ejercicio de la virtud y del cumplimiento de los propios deberes.
Ninguno que llegare a conocerlas (las mujeres), podría vivir con ellas ni sin ellas.