Lo que Apple te quita, Apple te lo da: el simple gesto en los iPhone 16 que mejora todas tus fotografías
Los iPhone 16 llevan ya unos días entre nosotros y, si te has hecho con uno, ya debes haber notado que esta generación es bastante continuista. Es algo que comentamos en el análisis del iPhone 16 Pro y que, más allá del nuevo diseño del iPhone 16 y del botón de control de cámara, las novedades estéticas brillan por su ausencia. Son más potentes que las generaciones anteriores, tienen un nuevo sistema de disipación, pero en otras características no parecen haber cambiado demasiado.
Sin embargo, como suele suceder en Apple, cuando empiezas a indagar en el sistema encuentras cosas aquí y allá que no estaban en la generación anterior. Un ejemplo son las posibilidades de grabación 4K120 del iPhone 16 Pro. También el formato JPEG-XL -de nuevo, del modelo Pro- o las posibilidades de la función ‘Mezcla de Audio’.
Un simple gesto
Soy un usuario que hace muchas, muchísimas fotografías. Y también he probado infinidad de móviles estos años. Cada uno tiene su ajuste de color en el procesado de la fotografía y he de reconocer que ninguno me convence al 100%. Samsung es muy agresivo con los colores vivos, el Pixel tiene un contraste exagerado -o lo tenía- y Apple cada vez ha ido lavando más y más la imagen.
Por lo general, si era una foto para recordar un momento o para subirla a rede sin editar, usaba el Pixel. Si era una foto en la que me quería detener, utilizaba el modo RAW del iPhone (que sigue siendo procesado, pero bueno). Esta generación he cambiado mi iPhone 11 Pro por el iPhone 16 no-Pro y la verdad es que no puedo estar más contento.
El problema es que el iPhone 16 no tiene modo RAW (podría, pero a Apple no le da la gana introducirlo) y ahora es mi móvil para todo, por lo que me gustaría que las fotos fueran lo más atractivas posible tal cual salen de cámara. Apple, con el paso de los años, ha ido creando fotografías cada vez más planas.
Esto no es malo, pero son fotografías más planas de lo que deberían gracias a un HDR que funciona bien, pero que deja a un nivel muy similar los tonos medios, altos y bajos. Es decir, las altas luces se controlan bien, pero no se potencia el color, y las sombras se levantan, lo que hace que la imagen pierda contraste.