
Noticias falsas o fake news
Posverdad o post-truth
En 2016, Oxford escogió el concepto «posverdad» o «post-truth» como la palabra internacional del año. Pero, ¿qué significa? Se definió como las «circunstancias en que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que las referencias a emociones y a creencias personales«. A través de esta explicación, puede explicarse una de las razones por la que las noticias falsas o las fake news tienen tanta credibilidad. Se trata del hecho de que cuando corre una noticia falsa, la gente que siente más afinidad emocional tiende a creérsela aunque le den datos objetivos de lo contrario.
Por ejemplo, cuando el partido político X inventa una mentira sobre el partido político Y, los seguidores del partido X tenderán a creer más la mentira aunque el partido Y muestre con pruebas empíricas que se trata de una invención. Las creencias y emociones son más afines al partido X y aunque se den datos reales sobre la mentira tenderán a seguir creyendo en X. Así pues, aunque se trate de un bulo, tendrá efecto sobre un sector de la población.
Nuria Fernández-García (2017), destaca que las «redes sociales ayudan a que las teorías conspirativas persistan y crezcan en el espacio virtual, al crear un ecosistema en el que la verdad de la información deja de importar«. Sin duda, se trata de una problemática que cada vez está más arraigada. Fernández-García, en referencia a las noticias falsas en política, añade que «lo que importa es si la información se adapta a una cierta narrativa. De esta forma, resulta difícil construir una esfera pública compartida y el comportamiento político se vuelve impredecible».
Tipos de mala información
Según la Federación Internacional de Periodistas (FID), existen siete tipos de mala información:
- Sátira o parodia. En este caso se trata de una información que, a pesar de ser falsa, no pretende causar engaño ya que se identifica claramente con una parodia.
- Contenido engañoso. Este aspecto es más delicado ya que entramos en la creación de un contenido engañoso con la intención de incriminar a alguien o a algo. La información no tiene porque ser necesariamente falsa pero sí crear confusión.
- Contenido impostor. Consiste en suplantar fuentes originales. Por ejemplo, cuando se falsifica la cuenta de un político o de una página de noticias y se publican noticias falsas con la intención de perjudicar.
- Contenido fabricado. El contenido de la información es nuevo y en su mayoría inventado. La intención es engañar y perjudicar.
- Conexión falsa. Cuando los titulares o imágenes no se corresponden con el contenido de la noticia.
- Contexto falso. Cuando el contenido original se difunde en un contexto falso. Por ejemplo, cuando un partido político lleva a cabo unas declaraciones polémicas en un determinado momento pero ciertos medios las recuperan y las hacen pasar como actuales.
- Contenido manipulado. La información o las imágenes se manipulan con el fin de engañar. Por ejemplo, se puede ofrecer la imagen de una persona siendo insultada para mostrarla como víctima, pero quizá no se vea lo ocurrido antes cuando la persona insultada ha increpado a otras personas. En este caso, los protagonistas de la imagen se han insultado mutuamente pero sólo se ofrece una parte. De esta forma, se puede poner a la opinión pública en contra de un colectivo.