Qué es el prejuicio de retrospectiva y cómo afecta a nuestras decisiones

Partagez:

En qué consiste el prejuicio de retrospectiva o recapitulación

El sesgo de retrospectiva es un fenómeno psicológico que nos hace creer, después de que un suceso ha ocurrido, que podríamos haberlo previsto o que era inevitable. A menudo conocido como el fenómeno del «ya lo sabía», este sesgo puede distorsionar nuestra percepción del pasado, afectando nuestra capacidad para aprender de nuestras experiencias y tomar decisiones informadas en el futuro.

Publicidad

Para entender el sesgo de retrospectiva, primero debemos considerar cómo funciona la memoria humana. A diferencia de una grabación que preserva los eventos sin cambios, nuestra memoria es dinámica y susceptible a la influencia del conocimiento y experiencias posteriores. Cuando ocurre algo significativo para nosotros, especialmente si es inesperado o impactante, tendemos a revisar nuestras memorias del período previo al evento, reinterpretándolas a la luz del resultado conocido. Este proceso a menudo nos lleva a creer erróneamente que teníamos más señales o información sobre ese hecho de lo que realmente teníamos.

Ejemplos cotidianos

El sesgo de retrospectiva se manifiesta en numerosas situaciones cotidianas, afectando cómo interpretamos eventos pasados y tomamos decisiones futuras. Aquí hay algunos ejemplos comunes que podrían resonar en la vida diaria son los siguientes:

  • Entrevistas de trabajo: Cuando alguien no consigue un trabajo, podría mirar atrás y pensar «debí haber sabido que no me lo darían con esa respuesta que di». Pueden creer que los signos de rechazo eran evidentes, aunque en realidad, la decisión del empleador pudo haber estado basada en múltiples factores desconocidos.
  • Relaciones personales: Tras una ruptura, algunas personas pueden pensar «ya sabía que no era el indicado para mí». Este pensamiento a menudo ignora los momentos felices y las razones por las que la relación continuó tanto tiempo.
  • Inversiones financieras: Después de que una acción baja o sube significativamente, los inversores a menudo proclaman que «veían venir» el cambio. Sin embargo, si realmente lo hubieran sabido, probablemente habrían actuado de manera diferente antes del cambio.
  • Exámenes y pruebas: Cuando los estudiantes sacan una mala calificación en un examen, pueden convencerse de que «sabían» que iban a fallar ese tema específico, aunque en realidad no hubieran podido predecir cuáles preguntas específicas iban a estar en el examen.

Implicaciones del prejuicio de retrospectiva

El sesgo de retrospectiva no es solo un concepto abstracto en psicología; tiene implicaciones reales y a menudo profundas en varios aspectos de la sociedad y la vida individual. Al influir en cómo interpretamos y aprendemos de eventos pasados, este sesgo puede tener consecuencias significativas en la toma de decisiones, la política, la justicia, la medicina y más.

Publicidad

En el ámbito legal

En el sistema legal, el sesgo de retrospectiva puede tener efectos especialmente graves. Los jurados, jueces e incluso abogados pueden caer en este sesgo al evaluar las decisiones y acciones de las personas en retrospectiva. Por ejemplo, después de un accidente, puede parecer obvio que ciertas precauciones debieron haberse tomado. Sin embargo, esta perspectiva ignora la incertidumbre y las limitaciones informativas del momento. Este sesgo puede llevar a juicios injustos, asignando una responsabilidad desproporcionada basada en el conocimiento del resultado más que en la situación previa al evento.

En medicina

Los médicos y otros profesionales de la salud no están inmunes al sesgo de retrospectiva. Pueden juzgar las decisiones pasadas de colegas o incluso las propias como erróneas o negligentes una vez que el resultado es conocido. Esto no solo puede llevar a una cultura de culpa sino también afectar el aprendizaje y la mejora de la práctica médica. Por eso, reconocer y abordar este sesgo es crucial para realizar evaluaciones justas y constructivas y para avanzar en el tratamiento y diagnóstico médicos.

En la gestión de crisis y políticas

Los líderes y responsables de la toma de decisiones en situaciones de crisis o en la formulación de políticas públicas también están sujetos al sesgo de retrospectiva. Después de eventos como desastres naturales, crisis económicas o emergencias de salud pública, es común escuchar que «señales» o «advertencias» fueron ignoradas. Si bien en algunos casos puede haber habido negligencia, en muchos otros, la información no era tan clara o definitiva en tiempo real como parece en retrospectiva. Este sesgo puede llevar a culpar injustamente a los responsables y, lo que es más preocupante, a aprender las lecciones incorrectas para eventos futuros.

En los negocios

En el mundo empresarial y financiero, el sesgo de retrospectiva puede llevar a una falsa sensación de seguridad o, por el contrario, a un temor excesivo. Los inversores pueden mirar atrás a las burbujas del mercado o a las caídas y pensar que eran obvias, lo que puede llevar a una sobreconfianza en su capacidad para predecir futuras crisis. De manera similar, los empresarios y gerentes pueden juzgar erróneamente las decisiones pasadas basándose en los resultados actuales, lo que puede afectar negativamente la toma de riesgos y la innovación.

En la vida personal

En un nivel más personal, el sesgo de retrospectiva afecta cómo individuos reflexionan sobre sus propias decisiones de vida, relaciones y oportunidades. Puede llevar a remordimientos infundados («Debí haber visto venir esto») o a una autoconfianza engañosa en la propia intuición y juicio. Comprender este sesgo es fundamental para una autoevaluación honesta y para el desarrollo personal.

La Técnica de Integración Cerebral (TIC), en qué consiste
La Técnica de Integración Cerebral (TIC), en qué consiste

La Técnica de Integración Cerebral es una neuroterapia revolucionaria y novedosa, consiste en la aplicación de técnicas  en puntos de…

Lectura Recomendada

¿Por qué sucede?

El sesgo de retrospectiva ocurre por varias razones interrelacionadas que se relacionan con la forma en que procesamos la información y cómo nuestra memoria y percepción están influenciadas por eventos posteriores. Aquí se detallan algunos de los principales factores que contribuyen a este fenómeno psicológico:

1. Necesidad de patrones y coherencia

Los seres humanos tenemos una fuerte inclinación a buscar patrones y crear narrativas coherentes de los eventos. Nos sentimos más cómodos y seguros cuando podemos encajar lo que sucedió en una historia ordenada y predecible. Después de que ocurre un evento, inconscientemente revisamos y modificamos nuestros recuerdos del pasado para hacer que la historia sea más coherente con el resultado conocido, lo que nos lleva a creer que «siempre supimos» que iba a suceder.

 

La ilusión de control nos da seguridad
La ilusión de control nos da seguridad

El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente. Nuestro cerebro…

Lectura Recomendada

 

2. Ego y autoestima

Proteger nuestra autoimagen y autoestima es muy importante para la mayoría de las personas. Admitir que no pudimos prever una situación comprometida puede ser visto como una admisión de fallo o debilidad. Por lo tanto, el sesgo de retrospectiva ayuda a proteger y mejorar nuestra autoimagen al permitirnos creer que teníamos más control o previsión de la que realmente teníamos, nos hace sentir más competentes y menos vulnerables a lo inesperado.

3. Reducción de la ansiedad

La incertidumbre puede ser emocionalmente incómoda y psicológicamente perturbadora. Al reinterpretar los eventos pasados como si fueran predecibles, reducimos la ansiedad asociada con la incertidumbre y el azar, esto nos ayuda a mantener una sensación de control sobre el mundo, aunque sea una ilusión.

4. Simplificación cognitiva

Nuestros cerebros están diseñados para tomar atajos cognitivos, conocidos como heurísticas, para procesar información rápidamente. En el caso del sesgo de retrospectiva, utilizamos el conocimiento actual para simplificar y evaluar rápidamente las decisiones y eventos pasados. Esto a menudo resulta en una sobreestimación de nuestra capacidad para haber predicho o evitado el evento.

5. Influencia social y cultural

La cultura y las expectativas sociales a menudo valoran la certeza y la previsión. Admitir que uno no sabía o no podía prever un evento puede ser visto como una debilidad. Además, escuchar a otros afirmar que «sabían que iba a suceder» después de un evento puede reforzar nuestra propia tendencia a adaptar nuestros recuerdos y percepciones a un consenso aparente.

6. Memoria selectiva

Nuestra memoria no es un registro fiel del pasado; es maleable y se puede influenciar fácilmente. Tendemos a recordar y dar más peso a los detalles que se alinean con el resultado conocido y descartar aquellos que no. Esto refuerza la creencia de que los eventos eran más predecibles de lo que realmente eran.

(Visited 1 times, 1 visits today)
Partagez:

Articles Simulaires

Partager
Partager