¿Qué es la empatía exacta?
¿Qué es la empatía?
La empatía es un concepto que está muy de moda, pero no todo el mundo sabe exactamente qué es la empatía. La empatía es nuestra capacidad de identificar lo que otra persona piensa o siente, y responder ante sus sentimientos y pensamientos con una emoción adecuada (Simón Baron-Cohen, 2011). En esta definición se puede apreciar que para ser empáticos no basta con tener una buena mente para comprender la mente de los demás (teoría de la mente), sino que tiene que haber un reflejo en nuestra propia mente del pensamiento de los demás.
En este artículo, además de ir continuamente en paralelo con el concepto de la empatía, veremos el significado de la empatía exacta, además de qué tipo de trastornos psicológicos y síndromes son los que, si una persona lo tiene, pertenecerá al grupo de empatía exacta. Ahora que sabemos qué es la empatía, veamos qué es la empatía exacta
Concepto de empatía exacta
Carl Rogers (1975), psicólogo estadounidense fundador, junto con Abraham Maslow, de la Psicología Humanista, fue el que acuñó el concepto de empatía exacta. Se refiere al nivel de empatía que nos permite conectar correctamente con los demás sin sufrir ni los excesos ni las carencias de empatía. Nos ajustamos sin perder noción de quiénes somos. A partir de este concepto, Simon Baron Cohen postuló otros dos términos: empatía cero y empatía seis (empatía 0 y empatía 6).
La empatía no es binaria; no es ser o no ser empáticos, sino que depende de la modalidad o la forma, el grado. La empatía funciona en curva normal, del 0 al 6. Si no fuera así, las sociedades humanas no serían funcionales, no nos soportaríamos; funcionamos mejor o peor según la distribución normal de la curva de la empatía. Hay que tener en cuenta que nunca hay un O absoluto, pero si hay un 6.
Nivel de empatía 6
El nivel 6 (exceso de empatía) está presente en personas que tienen tal grado de identificación que son incapaces de diferenciar lo que les pasa a los demás de lo que les pasa a ellos (Simón Baron-Cohen, 2011). Las personas de grado 6 de empatía pueden llegar a tener manifestaciones físicas de los demás (si ven a personas sangrando, pueden llegar a sangrar). Se ve por ejemplo en el síndrome de la covada o couvade: cuando una mujer está embarazada, su marido siente lo mismos síntomas que ella como si estuviera embarazado él también.
Puede parecer noble tener un grado 6, pero realmente es perjudicial y condena al individuo a graves problemas. La presencia las neuronas tacto espejo, las encargadas de esta somatización, no solo produce identificación o imitación de la conducta, sino que se experimenta en el propio cuerpo el mismo malestar que experimenta el otro. A esto se le llama simulación corporeizada.
Gallese desarrolla una teoría sobre la simulación corporeizada: “Nadie puede ser empático realmente con una experiencia de la que no tenga noción previa. Puedo cognitivamente tratar de imaginar o suponer, pero no puedo experimentar real empatía con el otro. Cuando hablamos de empatía, no conectamos con el otro sino con nuestro registro mental. Podré ser aproximadamente empático, pero no verdaderamente. Reproducimos por simulación las otras experiencias” (Gallese y Goldman, 1998, p.15).
Este exceso de empatía del que hablábamos viene a expresarse en trastornos como el síndrome de la Covada, el síndrome de sosias (Capgras), o de Giovanini/Zelig (se reproducen exactamente los mismos problemas de la persona a la que estamos contemplando).
- Síndrome de Sosias/síndrome de Capgras: trastorno neuropsiquiátrico que afecta a la capacidad de identificación del paciente. Este cree que una persona, generalmente un familiar, es reemplazado por un impostor idéntico a esa persona (en algunos casos, incluso con mascotas).
- Síndrome de Moebius: las personas que se han puesto mucho bótox pierden expresividad natural, porque el bótox es una toxina cuyo efecto es paralizante. Paraliza las microexpresiones, no hay una gesticulación natural llena de arrugas como en todo ser humano coherente. Al reducirse la expresividad, disminuye la capacidad empática. Reduce la capacidad de interpretar la expresión de los demás.
Nivel de empatía 0
El nivel de empatía 0 supone un déficit empático. Padecido por personas que carecen de todos los componentes de la empatía (Simon Baron Cohen, 2011). Déficit empático en el que el sujeto no estimula sus neuronas espejo ni su respuesta empática. El cero puede ser positivo o negativo.
Positivo (0+)
Persona poco empática/carente de empatía que tiene otras capacidades, a veces bastante desarrolladas, como los autistas. Desarrollo empático prosocial deficiente. Les cuesta salir del yo para vivir con el otro. Asperger o autistas tienen empatía cero, pero es positiva porque se acompañan de otras cualidades adicionales (mejor percepción espacial, mejor relación con los números e inteligencia numérica, mejor sentido de la moralidad, enorme rigurosidad con el orden, organización, sistematicidad, facilidades para el aprendizaje de ciertos aspectos del mundo…).