Razonamiento emocional: cuando usamos una emoción para justificar cualquier cosa
¿Qué es el razonamiento emocional?
En una situación específica, el razonamiento emocional es el proceso mental en el que las emociones, en lugar de la lógica, guían el pensamiento y el comportamiento de una persona (Lemos Hoyos, Londoño y Zapata, 2007). En otras palabras, cuando ocurre el razonamiento emocional, las emociones se convierten en el principal impulsor de las acciones de una persona.
El razonamiento emocional es el proceso mental en el que las emociones, en lugar de la lógica, guían el pensamiento y el comportamiento de una persona
Cuando las emociones afectan el pensamiento y procesamiento de una persona, es lo que llamamos el razonamiento emocional (Agudelo Peñalosa et al., 2020). Esta forma de raciocinio puede afectar negativamente la forma en que una persona ve la realidad, cambiar su perspectiva y dificultar la toma de decisiones que, de forma normal, no tendría tantos problemas.
Algunos ejemplos de este especie de sesgo o distorsión cognitiva, serían los siguientes (Agudelo Peñalosa et al., 2020):
- Decidir quedarse en una relación tóxica: muchas veces, las personas deciden quedarse en una relación tóxica por emociones como el miedo a la soledad, el amor o la esperanza de que las cosas mejoren. El razonamiento emocional puede mantener a alguien en una relación tóxica, a pesar de que la lógica siempre aconseja que se aleje de ella.
Además, es importante destacar que la terapia cognitiva, desarrollada por Aaron Beck en los años 70, se basa en el razonamiento emocional (Lemos Hoyos, Londoño y Zapata, 2007). Sus teorías y métodos nos ayudan a comprender mejor este tipo de mecanismo tan poco saludable.
Consecuencias del razonamiento emocional
Cuando caemos en la trampa de este molesto sesgo cognitivo, llegamos a conclusiones que parecen verdaderas sin seguir una secuencia de razonamiento lógico, sólo prestando atención a nuestros sentimientos.
En ocasiones, lo que no se hace puede ser otra de las consecuencias de este sesgo (Martín, 2009). La procrastinación es un fenómeno interesante del razonamiento emocional.
Cuando posponemos tareas que nos preocupan o molestan en lugar de enfrentarnos a ellas, es porque el mundo puramente emocional e instintivo también está dominando al individuo.
Por ejemplo, es posible que alguien en una situación similar no sienta miedo sino curiosidad, y comprender que su experiencia es diferente nos permite ajustar nuestras percepciones.