Teoría de la elección racional: ¿En qué consiste?

Partagez:

Se dice que los seres humanos son una especie que se caracteriza por su capacidad de razonar acerca de sí mismos y el entorno. ¿Significa eso que todas nuestras decisiones tienen una base racional? De acuerdo con la teoría de la elección racional, es así. Esta teoría económica intenta explicar cómo la razón conforma el principio bajo el cual las personas realizan diferentes elecciones.

La teoría de la opción racional ha sido utilizada en campos como la economía, política y psicología para explicar el comportamiento de las personas. Aunque, también cuenta con varias críticas, principalmente por otros autores que cuestionan el concepto de racionalidad. A continuación, conoceremos más sobre esta teoría y cómo puede explicar varios aspectos de la vida humana.

Contenido

¿Qué es la teoría de la elección racional?

Según la teoría de la acción racional, los seres humanos tomamos decisiones teniendo en cuenta ciertos intereses individuales y las limitantes del entorno. De esta manera, escogemos la ruta que, desde nuestra perspectiva, nos ofrezca una mayor probabilidad de satisfacer nuestros intereses.

Publicidad

 

 

Por ejemplo, supongamos que un niño quiere comer helado de postre, pero su madre le indica: Si te comes el helado ahora, no te daré del pastel que estoy preparando.

Entonces, debe tomar una decisión, comerse el helado ahora y renunciar al pastel o esperar a más tarde para comer ambas cosas. Con base en la teoría de la elección racional, la decisión más lógica es esperar a más tarde porque se maximiza el interés. En ese caso, el interés del niño era comer algo dulce y esperando podía conseguir una recompensa más grande.

En este sentido, siempre que los seres humanos tomamos decisiones, lo hacemos pensando en la mejor forma de maximizar nuestro interés. Asimismo, la teoría de la opción racional establece que las personas también elegimos de acuerdo con lo que suponga un menor riesgo. En otras palabras, elegimos lo que nos ofrezca mayor gratificación y el menor sufrimiento posible.

Para ilustrarlo mejor, podríamos imaginar otra situación clásica: las apuestas. Supongamos que tenemos la opción de apostar 100 monedas por la posibilidad de ganar 1.000 o apostar 10.000 para ganar 100.000. A pesar de que la segunda opción es tentadora porque la recompensa es más grande. Pero, al mismo tiempo, supone una mayor pérdida para la persona en caso de que no gane. Por lo tanto, es mucho más probable que se elija una recompensa más pequeña y con menos posibilidad de pérdida.

El egoísmo y la razón

Continuando con lo anterior, uno de los principios de la teoría de la elección racional es el supuesto de que todos los individuos son egoístas. Esto quiere decir que las personas tomamos decisiones considerando nuestros intereses personales. Cada decisión que tomamos la hacemos desde nuestra propia perspectiva, valorando las ganancias y pérdidas que podría suponer para nosotros. Esto ocurre sin importar qué tan compleja o sencilla sea la elección.

Esto no quiere decir que los seres humanos nos comportamos de manera egoísta en todo momento. Más bien, lo que nos dice la teoría de la acción racional es que el egoísmo y la razón son aspectos esenciales del comportamiento. Sin embargo, no significa que sea lo único que se tiene en cuenta en cualquier tiempo y circunstancia.

¿Cómo es una decisión racional?

Ahora bien, algo importante al estudiar esta teoría es el concepto de la racionalidad. De este modo, para que una decisión pueda considerarse racional, se deben cumplir una serie de condiciones.

  • La elección debe satisfacer el deseo propio. La primera cualidad de una decisión racional es que se hace para cumplir con los intereses del individuo.
  • Las creencias deben ser racionales. Las personas manejan diferentes sistemas de creencias que se basan en experiencias de la realidad. Al momento de hacer una elección, el individuo tiene en consideración su propia perspectiva que está construida a partir de sus creencias. De ese modo, los deseos propios deben ser coherentes con respecto a la realidad inmediata.
  • Inversión de recursos. Toda acción o decisión implica una inversión de tiempo y energía con el fin de recabar más información para hacer una elección más satisfactoria. Mientras más compleja sea la acción a llevar a cabo, más recursos se invertirán con el fin de conseguir más información.

¿En realidad somos tan racionales como pensamos?

Como te mencionamos al principio, la gente suele decir que una de las cualidades más destacables de la humanidad es su racionalidad. Dentro de este orden de ideas, un postulado como la teoría de la elección racional encaja a la perfección. No obstante, hay autores que cuestionan la idea de la racionalidad humana y, en consecuencia, el principio de esta teoría.

En primer lugar, el término racionalidad no tiene una definición universal en la que todas las personas estén de acuerdo. Como resultado, los investigadores en el campo de la TER pueden tener desacuerdos en la definición de una conducta racional. Así, se hace difícil integrar diferentes estudios basados en esta teoría.

Por otro lado, autores como Amartya Sen señalan que la teoría de la acción racional pone a los individuos en el rol de un imbécil social. Con este término se refiere a un ser que vive sin un código moral, dignidad, compromisos o emociones. Por lo tanto, se trata de un ente ficticio e inválido para el estudio del comportamiento humano.

Para finalizar, corrientes como la fenomenología, el irracionalismo y el existencialismo cuestionan por completo la racionalidad del ser humano. Así, desde estas perspectivas, la teoría de la elección racional no tiene cabida alguna.

(Visited 1 times, 1 visits today)
Partagez:

Articles Simulaires

Partager
Partager