Universo 25: de utopía a distopía

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Universo 25, el paraíso de ratones

Allá por el 9 de julio de 1968, el etólogo John Calhoum, apasionado de los ratones, decidió crear un paraíso para ellos y estudiar su comportamiento. Dentro de un hábitat de unos siete metros cuadrados introdujo cuatro ratones hembras y cuatro machos. Seleccionó a los más saludables y los introdujo en su particular paraíso. Los ocho roedores estaban libres de depredadores, tenían agua y comida en abundancia, la temperatura controlada. Calhoum vaticinó que la población de roedores pasaría de 8 a 5000 en poco tiempo. Sin embargo, no pasaron de 150 y algo no fue como estaba previsto.

El paraíso distópico

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Los ocho roedores  fueron colocados dentro de Universo 25. Al estar libres de depredadores y provistos de todo lo que podían necesitar, la población comenzó a crecer. En unas semanas nació la primera generación de ratones dentro de Universo 25. Todo parecía ir sobre la marcha. Las predicciones de John Calhoun se estaban cumpliendo. Los roedores parecían felices y vivían en su mundo perfecto.

Universo25

La población de roedores siguió creciendo. Si el experimento comenzó en julio de 1968, para agosto del año siguiente, la cantidad de ratones era de 620. Calhoun seguía manteniendo las condiciones óptimas para todos ellos y aumentando el tamaño de su hábitat. Sin embargo, algo empezó a fallar. A medida que pasaba el tiempo, las nuevas generaciones de roedores tenían dificultad para encontrar una posición jerárquica dentro de su sociedad así como para encontrar parejas. Los roedores hembras comenzaban a quedarse solas en zonas superiores donde llegaba la luz. Por su parte, los machos daban vueltas por la caja de la comida.

Cuando una familia de ratones dejaba de «llevarse bien» con la familia cercana, llevaba su nido de un sitio a otro, al mismo tiempo que echaban del nido a los progenitores a una edad cada vez más temprana. El ritmo de crecimiento había disminuido pero la agresividad iba en aumento. Los ratones más fuertes comenzaban morder a los más débiles y se atacaban entre ellos debido al espacio cada vez más reducido del que disponían. Su conducta y actitud comenzó a cambiar de forma notable hasta que ya ni luchaban, sólo comían y dormían. Incluso dejaron de reproducirse. En mayo de 1970, casi dos años después de iniciarse el experimento, nació el último ratón. Desde entonces, la población disminuyó gradualmente hasta que en 1973 el último roedor murió.

¿Qué pudo haber pasado?

Calhoun pensó que el experimento había fracasado porque sólo había proporcionado alimento físico a los roedores, pero no emocional. Ninguna muerte se produjo por hambre o sed. Al parecer la estructura social y mental de los ratones colapsó por la cantidad excesiva de individuos. En un experimento posterior intentó fomentar su creatividad. Aún así, nunca llegó a conseguir la utopía que pretendía alcanzar. ¿Puede ser la superpoblación una causa para no alcanzar el bienestar?

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