Victimismo: señales de que alguien se está “haciendo la víctima”

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Seguramente has oído la frase: “se está haciendo la víctima”. La traemos en esta ocasión ya que en esta clase de situaciones es cuando hablamos de victimismo. Un victimista es una persona que normalmente asume la posición del afectado o perjudicado en toda situación que le da la oportunidad para hacerlo (cuando en muchos casos no es así) con la finalidad de obtener una ventaja a partir de su posición de víctima.

La postura de víctima la toma una persona de forma voluntaria. Y con ella busca obtener algo a cambio, que puede ir desde jugar con la culpa de otra persona para manipularla, hasta intentar zafarse de alguna situación.

Seguramente has conocido a alguien así, o has vivido una situación de este estilo. La cuestión es que, el victimismo, puede llegar a ser en extremo peligroso. Quien se hace la víctima juega con la empatía de otra persona, esperando conmoverla para conseguir algo a cambio o lograr algún propósito.

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Es sumamente difícil hacer entrar en razón a un victimista ya que, por lo general, acaban por creerse el rol de la víctima que ellos mismos han creado. Por ello, y para en lugar de intentar cambiarlos poder hacer tú algo al respecto para evitar salir perjudicado, en este artículo revisaremos las implicancias del victimismo y cómo reconocer a quien se hace la víctima para obtener un beneficio a cambio.

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Identificar cuándo alguien se está haciendo la víctima, señales útiles

Cuando alguien frecuentemente toma el papel de víctima, acaba despertando la curiosidad de las personas de su entorno, que comienzan a percibir un patrón conductual recurrente en él o ella. Por supuesto, en muchas ocasiones, los victimistas usan estrategias similares para asumir su rol. Revisaremos ahora algunas de las más comunes para que puedas estar alerta e identificar a quien practica victimismo sin escrúpulos.

1. Exageran lo que hacen

Quien toma el papel de víctima siempre destacará sus esfuerzos. Mostrarán a los demás, mediante acciones y con su discurso, que han trabajado mucho, o han puesto mucho de sí por algo o alguien. Su objetivo es mostrarse a los demás como personas que no dudan en ofrecer su voluntad y, por lo general, acaban por no recibir nada a cambio por ello (y, si lo reciben, tampoco te lo dirán).

2. Constantemente emiten quejas

De la mano con la exageración de sus esfuerzos, los victimistas se quejan de aquello que deben hacer. Es común oírlos decir que nadie valora sus actos, que los demás no devuelven nuca aquello que dan, que dejan sus prioridades de lado por ayudar a los demás, entre otras quejas más.

3. Adoran la atención

Los victimistas, si bien se describen a sí mismos como humildes y de bajo perfil, en realidad adoran estar en el centro de la atención y ser halagados. Les gusta que los demás se interesen por ellos, y mucho más aún si validan su posición de víctima, que es su objetivo.

4. La culpa nunca es suya

Un victimista jamás asumirá la culpa por algo que sale mal, o de un modo que no es el esperado. Una persona así siempre se posicionará como la perjudicada, a quien nada sale bien. Su patrón discursivo será explicar que las demás personas se aprovechan de su buena voluntad y ellos acaban perjudicándose.

5. Tratarán de que hagas cosas por ellos

Una persona así, por lo general, buscará desligarse de cosas que no quiere hacer mediante su discurso de víctima. Te explicarán cuán cansados están, cuán acongojados se sienten, cuán difícil es la vida para ellos, entre otras tantas excusas más con tal de que alguien se ofrezca a hacer por ellos aquello que no quieren hacer. Siempre, por supuesto, mostrándose como incapaces.

6. La manipulación es su aliada

Lo habrás podido evidenciar en el apartado anterior: las falsas víctimas se sirven de otras personas para lograr sus objetivos a través del engaño. Eso, dicho de otra forma, es la manipulación. Estas personas no manejan límites éticos, y con tal de conseguir lo que desean jugarán con la empatía de mucha gente.

7. Guardan rencor

Los victimistas, sobre todo, son rencorosos. Ten cuidado con hacer enojar a una persona así, pues usará todo a su alcance para hacerte ver como “el malo” en la situación. Hablará mal de ti con los demás, tratando de ponerlos en su contra y mostrándose como aquel a quien has hecho mucho daño.

La trampa del victimismo

Como habrás podido evidenciar, quienes aplican el victimismo pueden llegar a ser realmente peligrosos. Son personas que aplican el engaño sin límites, y caer en su trampa, creyendo su versión de la historia, puede ser bastante fácil.

Por lo general, a esta clase de personas, lo que les acaba pasando a la larga es que la gente descubre sus estrategias, y notan que sus comportamientos de victimización frecuentes no son más que para beneficiarse de ellos. Sin embargo, lo ideal sería no caer en su trampa ni dejarse manipular. Por ello, te hemos dado estas señales frecuentes entre los victimistas para que, ante reiterados comportamientos de este estilo en una persona, puedas despertar tu alerta y notar que allí puede estar pasando algo más.

Quien asume el rol de víctima engaña muy bien. Usa las señales que te dimos para poder identificarlos y preguntarte si acaso tú puedes estar sufriendo un engaño así.

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